<p>Los mensajes enlatados de los dirigentes son la pesadilla de los periodistas. <br />Es lógico, no nos gusta recibir vídeos grabados con grandes anuncios en los que <br />nos impiden hacer preguntas. Pero hay un enlatado que, por su importancia <br />histórica, está sellado en la memoria de todos los españoles que vivieron la <br />Transición y que hemos estudiado en los libros de Historia los que somos un poco <br />más jóvenes. El mensaje del Rey que se emitió a la una y cuarto de la madrugada <br />del 24 de febrero de 1981 y que para muchos fue la razón por la que el golpe de <br />Estado del día 23 quedó frustrado. </p>
